¿Diciembre salvaje?

El editorial de Pablo Rossi advierte sobre la seguidilla de sucesos violentos de distinta índole que amenazan con jaquear la paz social en el fin de año.
Pablo-Rossi

Por Pablo Rossi *

¿Tenemos por delante un diciembre salvaje? ¿Otro más? Argentina es pródiga en diciembres complejos. Casi como si fuera un estigma. Nuestro país es un lugar inhóspito y los diciembres suelen confirmarlo. Si juntamos los hechos de la semana pasada, van pasando sin solución de continuidad asesinatos, asaltos y golpes.

Un baleado por un sicario en Rosario, un gremialista que intentó ser baleado el martes pasado y dos días después efectivamente recibe un balazo. También la furia de un joven de 17 años que por un rayón en el auto deja grogui al cuidador de coches.

Las violencias a veces son inexplicables y no tienen un patrón común. Reacciones individuales de ira, delito, narcotráfico, mafias o protestas sociales que terminan derivando en violencia. Pero si juntáramos todas esas imágenes en Argentina, cabría preguntarse cuál es nuestro promedio de calidad de vida.

La verdad es que nos tenemos que preguntar frente a qué diciembre estamos. La economía te sorprende mal, todos los días te trae una angustia diferente. Si no es porque te van a congelar la ley de alquileres que aprobaron hace mucho tiempo, van a cambiar las reglas de juego o prohibir el financiamiento en cuotas de los viajes al exterior.

Esta es una vuelta de tuerca conocida sobre la escasez de dólares, sobre la destrucción de la moneda, sobre la inflación que nos jaquea.

Diciembre violento no es solamente 2001 con las calles pobladas, los cacerolazos y los golpes contra los bancos. Otra vez nos estamos preguntando si en la bulimia de un Banco Central y de un Tesoro Nacional que ya no saben de dónde van a sacar los dólares van a volver a tocar los depósitos de los ahorristas que están en los encajes bancarios.

¿Esto preanuncia un diciembre salvaje? Con una clase política y un gobierno que no repara en ello. No quiere, no sabe, no puede. No obstante, en los últimos días la frase que sintetiza la situación de la vicepresidenta es: Cristina perdió, pero ganó. Era cierto lo que decía Victoria Tolosa Paz.

Nos preguntábamos cómo van a ganar perdiendo. Cristina Kirchner perdió en las urnas pero está ganando en los tribunales. ¿Son partidos diferentes? No lo sé. Hoy festeja que está limpiando los prontuarios de sus dos hijos.

A lo mejor estábamos viendo otro partido. Nosotros creíamos que se jugaba en la cancha de las urnas. La expresidenta a lo mejor estaba jugando un partido en los tribunales.

* Editorial de Pablo Rossi en Hora 21 por La Nación Más

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