Por Pablo Rossi *
¿Por qué no hay una reforma, una restructuración del Estado? ¿Por qué lo evidente no se torna una política pública? Porque la Argentina, en definitiva, es una inmensa batalla de castas privilegiadas que sostienen su poder.
Eso es aplicable a todas las corporaciones de la Argentina. La sindical, la judicial, la empresarial y la mediática. Todos los que participamos del debate público.
En algún momento, las sociedades pasan la factura. Hay momentos en los que las sociedades se hartan, explotan y hacen ebullición. Está pasando en algunos lugares de América Latina.
Está pasando en Chile. Los que representaban a los chilenos hasta hace 10 años ya no representan nada. Han aparecido por extrema derecha y por extrema izquierda otra gente. Esa sociedad chilena que en muchas materias tiene beneficios de inventario sobre nuestra carencia absoluta le ha dicho basta a esa casta política.
Cuidado porque acá creen que la paciencia es eterna. Cuidado porque acá creen que los debates son fuegos de artificio en los que gana uno o el otro. Estamos dando vueltas alrededor de los caprichos de Cristina Kirchner.
Estamos haciendo eje de nuestras tribulaciones más importantes en cuánta impunidad nos ha ganado la vicepresidenta. También cuánta cooptación hubo en el Poder Judicial, cuántos jueces le responden, cuánta impunidad ha ganado y cuánta capacidad de daño detenta. ¿Por qué nadie se le anima a la expresidenta?
Si miramos esas discusiones desde afuera, el mundo se pregunta qué hacen esos hombres y mujeres en ese país fantástico de tierras exuberantes y recursos naturales maravillosos. ¿Qué hacen? ¿Vuelven a tomar medidas que ya tomaron y que fracasaron una y otra vez, refugiándose en una moneda que no es la propia?
¿Qué hace el presidente del Banco Central? Lo mismo que otros presidentes del Banco Central hace 30, 40 o 50 años. ¿Qué hace el secretario de Comercio Interior? Lo mismo que sus predecesores hace 30, 40 o 50 años. Meter cepos, congelamientos y controlar el flujo y la estampida de la sociedad que busca refugiarse en algo seguro porque la moneda que emite el BCRA la destruye la casta política.
Los estamos mirando. La mecha está corta y la calle raspa.
*Comentario de Pablo Rossi en Hora 17 por La Nación Más.